Bermudo III (1028-1037)

Alfonso V murió en el año 1028 mientras asediaba la ciudad de Viseo (Portugal). Dejaba dos hijos: Sancha y Bermudo. Como en aquella época no se permitía que reinasen las mujeres, se coronó a Bermudo, que fue el tercer rey asturleonés con ese nombre. Solo tenía once años, así que gobernó en su nombre su madrastra Urraca. Como solía ocurrir cuando un rey era menor de edad, los nobles se dedicaron a rebelarse y a saquear el reino. Esta situación de caos fue aprovechada por Sancho Garcés III, rey de Pamplona, para apoderarse del condado de Castilla y de varios territorios leoneses, incluida la capital y la ciudad de Astorga. Bermudo III recuperó estos territorios en 1035, pero antes tuvo que permitir el matrimonio de su hermana Sancha con Fernando, el cuarto y último hijo de Sancho Garcés. El rey pamplonés falleció a finales de 1035, y dejó en herencia el condado de Castilla a Fernando, si bien este nuevo conde quedaba sometido al rey leonés.

En el reinado de Bermudo tuvieron lugar las últimas incursiones vikingas. Han llegado hasta nosotros muy pocos documentos de este rey, pero de ellos se deduce que sofocó varias rebeliones y que logró controlar a los nobles.

No se saben las razones, pero en 1037 se declararon la guerra Bermudo y su cuñado, el conde Fernando. A este último le ayudó su hermano, el rey de Pamplona, y juntos presentaron batalla a Bermudo en Tamarón, muy cerca de la ciudad de Burgos, el 30 de agosto. Bermudo, que por entonces tenía unos 20 años de edad, cabalgó de forma insensata contra los ejércitos enemigos. Su caballo Pelayuelo, famoso por su velocidad, llegó a las filas castellanas y navarras muy por delante del resto del ejército leonés, por lo que Bermudo se vio rodeado de enemigos y fue abatido y muerto a lanzadas. Su legítima sucesora era su hermana Sancha, pero como estaba casada con Fernando, ambos recibieron la corona leonesa.